miércoles, 23 de abril de 2014

BUENOS DÍAS, BLOG

Querido blog: buenos días.

Para que no tengas que salir de casa y resfriarte en estos días primaverales de mañanas frescas y noches húmedas y, por si a mediodía, cuando el calor más aprieta, se te ocurre que no hay nada mejor que echar la siesta, te acerco a tu puerta dos regalos para que los disfrutes: El discurso de Elena Poniatowska esta mañana en la entrega del premio Cervantes, y un recopilatorio sobre García Márquez que, cómo bien sabes, se nos ha ido.

Decía de la muerte: “lo malo de la muerte es que es para siempre”.
Imagino que hablaba de la muerte física, esa muerte que te hace estar y, de pronto, dejar de estar. Porque la otra, la del recuerdo y la nostalgia en su caso, es fantasía.


Aunque no las veas, querido blog, dejo también, apoyadas en el umbral dos flores: una para cada una de nuestras Marías, la del Norte y la del Sur, para que sientan que están, que estamos, que estaremos. 


martes, 22 de abril de 2014

LECTORAS CON ARTE ABRIL

Interesante viaje este que hemos hecho juntas de una punta a otra del mundo.

Con la llegada de la primavera hemos guardado en un altillo los chaquetones, los chalecos y los gorros de lana que nos abrigaron de los fríos vientos de Terranova. Y ahora, como el que no quiere la cosa, nos ponemos la chilaba, el chador y nos calzamos las babuchas para pasar desapercibidas, y observar, apoltronadas en el rellano de la escalera, a los variopintos habitantes del edificio Yacobián. Así es nuestra cosmopolita vida literaria.

Su autor sabe transmitir el color, los olores, y sobre todo los sonidos del singular vecindario. Y la sensualidad que tienen estos cairotas a flor de piel, ya que entre sus páginas se viven aventuras amorosas de todo tipo.

El cosmopolita, cultivado y mujeriego Zaki Bey, al enamorarse de Rebab, la camarera del bar "El Cairo", se la describe así a un amigo:
"Ella representa la belleza de las clases populares, con toda su vulgaridad y sensualidad. Como si acabase de salir de un cuadro de Mahmoud Said"
Al leer ese nombre me di cuenta de lo poco que sé del arte egipcio. Si exceptuamos el arte antiguo, no nos llegan los nombres de los artistas que desarrollan allí sus carreras, así que me entró curiosidad y me fui directa a buscar más información de ese autor cuyos cuadros tan bien representaban el ideal de mujer de Zaki.

Y entre los muchos cuadros que pintó, me he encontrado a esta sensual cairota que tiene un libro entre sus manos. Así que he decidido que debía formar parte de nuestro particular museo de lectoras con arte, para recuperar una tradición que estaba perdida en nuestro blog y con la que tan buenos ratos hemos pasado.




Mahmoud Said (1897-1964) nació en el seno de una familia aristocrática de Alejandría. Su padre, Mohammed Said Pasha, fue primer ministro del gobierno egipcio y un gran defensor de la cultura y las artes. Se graduó en la Escuela de Derecho de París en 1919, siguiendo los deseos de su padre, que no quería que su hijo fuese artista. Trabajó como abogado, fiscal y juez y no se dedicó de lleno a la pintura hasta los 50 años, tras haber fallecido su padre.

Sus obras son coloristas y luminosas. Dicen los críticos que recogen la esencia de Egipto. Retrata jóvenes campesinas vestidas con el traje tradicional, hombres rezando en la mezquita, voluptuosas mujeres desnudas; representa tranquilos atardeceres en la orilla del Nilo o espacios urbanos llenos de gente.

 

sábado, 19 de abril de 2014

Convocatoria encuentro mes de abril


EL EDIFICIO YACOBIÁN

DÍA: martes, 22 

HORA: 21,00

LUGAR: casa de María del Mar.

Por favor, confirmad vuestra asistencia.

María del Mar

sábado, 12 de abril de 2014

Acta de marzo en abril.

25 DE MARZO. ENTRECÁRCELES (Y NUDOS)

"Atando cabos" de E. Annie Proulx

ASISTENTES:



Elena, Cristina, María del Mar, María Sur, Ángela, Pilar, Rocío, Arcelia, Adela y yo, Marga.
Invitado: José Luis



Se ata a Zygmunt  Bauman en un extremo
 y en el otro a Byung Chull Han. 
Se anuda ligeramente la cuerda 
alrededor de una mesa 
y así se consigue atraer 
la atención de todas las comensales.
El libro de los nudos de José Luis”.




Estrenamos la primavera acudiendo a nuestra cita mensual el pasado martes 25 de marzo. Sólo faltó una florecilla para completar el ramo. No asistió, muy a su pesar, nuestra María Norte. 

Los vientos del sur fueron más venturosos y nos trajeron a otra de nuestras hijas pródigas. Gracias, María Sur, por tu esfuerzo para estar con nosotras. Y a Arcelia, que volvió a compartir este kitkat entre maleta y maleta antes de dejarse llevar por los vientos germanos.





Nuestra cena empezó con José Luis Nieva, el invitado de Rocío, ilustrándonos sobre la modernidad líquida, eros y pensamiento, escritura creativa y uncreative writingy exhibicionismo digital. 

Habríamos dejado mudos a los colegas del “Pájaro charlatán”, pero el deber nos llamaba, así que, después de tan suculento aperitivo, comenzamos a atar o quizás a desatar cabos para llegar al alma de este premio Pulitzer que ha despertado opiniones encontradas: “Me costó meterme al principio en la novela”… "pues a mí me gustó menos la segunda parte"… "me ha parecido un libro genial"… "no lo recomendaría"…

Hubo quien habría quitado al menos 70 páginas, y quien habló de ritmo arrítmico. Se discutió sobre si había realismo mágico o no, e incluso se apuntó la evidencia de la mano de un periodista por la manera de contar algunas de las historias. Y coincidimos en pensar que parece que el libro se desarrolla en un tiempo más antiguo, por la vida en ese pueblo tan aislado.

Comentamos cómo se transforma la personalidad de Quoyle al cambiar de aires. En New York era un personaje exagerado, torpe, fracasado, con problemas a la hora de relacionarse. Pero al llegar a Terranova se convierte en una persona correcta, volcada en un trabajo donde se le valora, y es un buen padre. Quizás la autora simplemente nos esté hablando de que las segundas oportunidades son posibles. Si es así, bienvenidas sean.

En lo que sí coincidimos todos es en lo bien que la autora nos traslada a ese paisaje bello pero de condiciones  meteorológicas extremas, y en el devenir de un pueblo marcado por una naturaleza agresiva.

La profusión de frases cortas sin verbo también se ha interpretado de formas distintas, siendo vitoreado  en un ala de la mesa  y abucheado enfrente. Lo mismo sucedió con las descripciones exageradas y metáforas rebuscadas que aparecen a menudo.

Algunas echamos de menos una mayor definición de los personajes. No es por cotillear, pero nos hubiera gustado saber algo más de esa tía Agnis y de su pareja, de las vicisitudes por las que pasó tras ser violada por su propio hermano y de cómo llegó a convertirse en una talentosa empresaria.

¿Y el final? ¿Esperanzador? ¿Apropiado? ¿Esperpéntico? 


Por si no hubiera sido suficiente con ver resucitar a un ahogado, hubo quien interpretó que la tía Agnis era la verdadera madre de Quoyle, fruto de la violación. Hizo falta una copa de vino y una relectura para que salieran de su error.

Para nuestro próximo encuentro del 22 de abril  leeremos  “El edificio Yacobián”, de Alaa Al Aswany, propuesto por Mª del Mar.

Como ya ha comentado Cristina en su entrada de las lecturas de abril, Pililebe ha amenazado con emular a Rocío con su “El marino que perdió la gracia del mar” y reincidir cuantas veces sea necesario en la propuesta de  “Largo viaje hacia la noche”. Nos prepararemos para la campaña.