domingo, 8 de abril de 2012

ACTA DE FEBRERO EN ABRIL

…Once upon a time, un alegre, jovial y encantador hogar en Triana se desmanteló en tantas cajas, que las notas tomadas con mimo cántabro y gafas por una presbicia indeseada, desaparecieron. Pero no para siempre, queridas amigas. No hay mal que mil años dure, dice el refrán, y éste “resfriaillo pre primaveral” ha cesado en el mismo instante en el que voilà!, unos folios doblados me saludan desde el fondo oscuro de una de ellas.



Marga, monísima as usual.
María del Mar and her long hair, ahora vuelvo que me salgo a fumar un cigarro.
María and her gaditan smile, pos espera que yo me fumo uno también.
Adela and the jet lag from República Dominicana,
Rocío and her sleepy face from Garden 29; poor thing (children always grow up, dear; don´t worry);
La Cristi and her need of marcha, marcha, marcha; ¡¡¡Eh!!! Esperad, que yo también fumoooo.
Angela, Uy, Uy, Uy, que vengo del gimnasio, mi niña; qué pinta tengo.
La invitada, de nombre Marisa. ¿Sesenta? ¡¡¡¿Sesentaaaaaaaa?!!! Coño, pues yo también quiero. Y yo. Y yo. Pos anda, que yooo.
Hablando de yo, falto yo, la organizadora de esta santa cena de Febrero.
Precena en la Taberna de Macuro sobre la creación de la Asociación, pros, contras, presidencia, tesorera, secretaria, pim y pom a la que la menda llega un poco tarde por cuestiones “obreriles”. Marga, María y Cristina visitan el lugar del delito para comprobar el motivo del retraso. La Torre del Oro las saluda. Traslado al lugar, “neoyorquino” afirmaría la Cristi, donde vamos a cenar. Regalitos que esperan sobre los platos y que hacen ilusión a las niñas. Me alegro mucho. Elena que se nos va porque tiene cena con amigos. Qué pena, aunque se entiendan las razones. Charla de calentamiento sobre una tertulia a la que habían asistido las pendonas-inquietas-cultas del grupo. “Si tuviéramos un localito, que felices seríamos”, se oye una vocecilla al otro lado de la mesa. “Pa retozar, pa retozar”, redondea Ángela, a la que el Pilates le está multiplicando las conexiones neuronales una barbaridad.

Rocío empieza a debatir sobre el libro del mes, “El Elogio de la Madrastra” de Mario Vargas Llosa. No le ha gustado mucho si bien el final le ha sublimado. (El resto le hinca el diente a unas empanadas de pollo, mientras escucha). Alaba la prosa de VLL. Fantástico relato de los hechos. No sabe cómo enganchar lo de la Anunciación con el resto de la historia. Menos mal que Marga, rauda y veloz, se lo aclara (con la boca vacía, eso sí, que para eso las de Palencia son chicas bien educadas). Rocío sigue sin engancharlo. Marga insiste, las demás le damos a las empanadas de pollo. Cristi se mete en la aclaración, cual ONG literaria. Rocío mira desconfiada.
Ro, Ro, llama María. Ni Ro ni el resto la escucha, pobrecilla. Tan alta y tó pa ná.
Pero la chiquilla insiste y al final triunfa: cuenta que en interné encontró un argumento muy interesante que la hizo convencerse del papel de Lucrecia frente a la figura del niño. Cristina concluye que cada uno comenta un cuadro y que el abstracto lo cuenta Lucrecia.
A Rocío le encanta la sutileza con la que escribe VLL. Adela asiente y puntualiza que se nota mucho que el autor no está habituado a escribir literatura erótica. Añade que fue un encargo de Luís García Berlanga, sin contar con que tiene pinta de ser un hombre pudoroso, poco dado a erotismos. Cristina la contradice. ¿Acaso no hay erotismo en La tía Julia?
A Marisa, nuestra intemporal invitada, le encanta aunque no le resulta erótico en absoluto. Más bien le parece un juego con el que debió divertirse mucho durante su escritura. ¿A ti te ha gustado?, pregunta al aire. Pues buena es Ángela, que lo coge todo al vuelo. ¡Eh! Esa pregunta va a ser para mi. A mi me da grima, afirma rotunda. ¡¿Habéis leído cómo describe cuando caga?! Para Adela no cabe la menor duda de que está forzado. Definitivamente, el autor es incapaz de desarrollar una novela erótica. A la organizadora de la cena, le resulta innecesario el haber intercalado la novela con descripción de cuadros, una excusa para alargarla. Para Mar, los cuadernos de Don Rigoberto es la continuidad del Elogio (Mar hablando y Rocío presumiendo de separador de libros. ¡¡Habrase visto tamaño desacato!!). María dice que no está de acuerdo con Pilar, pues se trata de un recurso para recrearse en la fantasía. Sin embargo, a Cristina tanto corte interrumpe la historia. Marga está de acuerdo con María. Adela sigue con lo suyo y con lo mucho que le han gustado los personajes.
Fonchito representa el mal por el mal, se oye decir a la invitada, justo cuando aparece una ensalada de canónigos con muchas cositas ricas alrededor. ¿Tiene diez años? ¿Y cómo es una churrilla a los diez años? ¿Cómo pudo disfrutar con el niño?, se pregunta Ángela con sus renovadas neuronas pilatesteriles. ¡¡Olé mi Ángela!! (La organizadora se hace la misma pregunta mientras mastica su bocado en silencio, como es habitual en ella).
Marisa hace notar lo mucho que mejoró socialmente Lucrecia casándose con Don Rigoberto. Rotunda, exuberante, delicada, ¿viciosilla?... No hay respuesta.
Volvemos con el niño-monstruo. Un manipulador, coincidimos todas. El final con la criada es fantástico. No podemos evitar releer en voz alta la redacción que éste le lee a su padre. Vaya el niño. Un demonio, eso es lo que es. A Cristina le encanta cómo describe el autor a Don Rigoberto mientras su hijo le lee la redacción. A Marga le ha escandalizado. Resulta hasta un poco sacrílego. Sí pero cuando se ve lo contrario, un hombre mayor con una menor, no nos escandalizamos tanto. Se oye un síiiiiii, que se extiende por la mesa como un tsunami sonoro. “Yo no leo cinco páginas de un tío cagando a no ser que me lo cuente VLL” afirma una voz al fondo. Yaaaaaaa… vuelve de nuevo el tsunami a envolver la conversación. Cristina pone la puntilla con un “me acordé esta mañana de don Rigoberto al darme cuenta que yo me ducho en dos minutos, je je”. Un peligro pues el murmullo va de un “ya me gustaría a mi dedicarle media hora a… hasta si yo pudiera tardaría una hora en…
Se está sirviendo musaka cuando, sin saber cómo, las chicas se retrotraen a Chelsea Beach. Y Angela le dice a su Ro que el humus de berenjena está mucho mejor que el de garbanzos y ésta le regala, nos regala con el paladar impregnado de humus, unas páginas del libro de Candaules. A las chicas les resulta apasionante la historia de cada cuadro. “El cuadro de la portada describe el libro”, apunta Mar.
El risotto llega cuando estamos hablando de las abluciones de pies, orejas y nariz de Don Rigoberto. ¿Y los sinónimos de pene? Cristi lee sobre el óvolo y Adela, que se leyó la novela en República Dominicana (país, no nombre de pub de barrio de Nervión), cree que se vive otro ambiente: la humedad, el calor, las casas grandes, de techos altos… Marga dice sin confundirse “chupatememonos”, a lo que sigue “metemasturbo” y algunas otras que la llevan a la conclusión, después de haber conjugado ambas, que VLL se las ha inventado. Demostración empírica la de Margui.
“No puedo con la textura risoteo” afirma María con carita de asco. No nos risottismemosnos, chicas, por favor. Coge ensalada de pollo con aguacate y santas Pascuas. Marisa, a estas alturas de la cena y con los postres cuasi devorados, sale a fumar un cigarro. ¿Pero no dicen los expertos que el tabaco es fatal para la piel? ¿Y si vuelvo al tabaco ahora, me dará tiempo a estar como ella a su edad?, debieron preguntarse las que la siguieron cual almas en pena (léase todas, excepto Ángela, Marga y yo. ¿Por qué será?)
Se acaban erotismos, penes, demonios infantiles, cagadas eternas, higienes corporales exhaustivas, descripción de cuadros… Pasamos a la propuesta de libros para el mes próximo. Sale Nemirowsky por unanimidad. ¡¡¡¡Siempre bienvenida Nemirowsky!!!!
Nuestra rubia y “angelical” pilatestemonos, cierra la cena con una historia muy literaria acaecida en sus tersas y pálidas carnes: telefonea a Movistar porque quiere un SAMSUNG GALAXY y le dicen que no puede ser por estar en una lista de morosos (vuelven a entrar las fumanchu, heladas, pero felices). “Uy, Angelita”, le dice María, como si hubiera estado desde el principio de la conversación, “¿no pensarás que eres la primera a la que le pasa?”.
Foto de rigor, besos, despedida. Vuelta a casa a sortear cajas que guardan veinticuatro años de vida en una ciudad que ya huele a primavera.


RESULTADO DE LA ENCUESTA: 6 VOTOS. 2 MUCHO, 4 BIEN

2 comentarios:

Cristina dijo...

¡qué happy estoyyyy! no me esperaba yo today este regalito inesperado, rememorar una cena tan antiquísima como amena, divertida y neoyorquina-peruana. ¡Y más que me alegro de ver que las cajas de la Pililebe se van vaciando! ¡Yuhuuuuu!

The only thing que no entiendo es Why (¿o será because?) la Pili está tan bilingüe en su acta, si que yo sepa la madrastra era peruana y el Fonchito ese (¡bicharracoooo!) too. Bueno, she is cosmopolita a más no poder, y a las cosmopolitas nos pasan estas cosas, que pasamos de speak english a parlare italiano en un pispas...

Date por chupeteteada y metemanoseada, Pili, y thankyou, es un pleasure leerte con kimono o sin kimono. Kisses.

Angela dijo...

Fantastic.... late but really fantastic and funny. Nos habremos convertido todas en bilingues sin darnos cuenta? I Hope so, I hope so.....The illusion of my live!