lunes, 31 de agosto de 2009

LECTORA CON ARTE AGOSTO. Férdinand LEGER

Este cuadro lo tenía preparado para el mes de agosto, pero me fui a la playa antes de tiempo, me retiré de todo tipo de tecnologías y quedó abandonado en la carpeta de “mis lectoras con arte”. Como todavía nos queda un día del mes, lo saco a la luz (por los pelos). La verdad es que me ha dado pena dejarlas ahí aburridas a estas pobres.

Agosto es el mes en el que la piel busca la más leve brisa para serenarse, la ropa nos sobra y el calor nos impide llevar el frenético ritmo invernal, por lo que es un placer dejarse llevar por la pereza, por la calma, para que los minutos pasen más despacio. El ocio desbarata la rutina y el calor nos hace vivir como a cámara lenta.

Ya sabéis cuánto de azar tienen mis elecciones del cuadro del mes. Voy mirando pausadamente nuestra pinacoteca lectora hasta que de pronto uno de ellos me hace pararme en seco, y siento que me llama. Me digo: “No puede ser otro, estaba ahí esperando para salir”. No siempre es mi preferido, pero algunas veces encaja perfectamente con la situación en la que nos encontramos en ese momento.

Éste ha sido de esos. Al contemplarlo he tenido la sensación de colarme a hurtadillas en esa habitación donde tres mujeres desayunan desnudas. Me ha recordado esos veraneos compartidos con amigas, disfrutando del sol, de la pereza, la charla, las confidencias y ¡cómo no! de los libros. Ya sabéis en carne propia qué placer es compartir un buen libro en buena compañía, hay algunos que hasta alivian el calor, y notas que de sus páginas sale una brisa fresca mejor que la de cualquier aire acondicionado.


TRES MUJERES (1921). FERDINAND LEGER


Al ver el cuadro he sentido como si estas tres mujeres, al sentir chirriar las bisagras de la puerta, hubieran levantado sus somnolientas miradas hacia mí. No hay pudor en ellas, ninguna se ha llevado las manos a su cuerpo en un brusco movimiento para tapar sus redondeces. Hay intimidad y complicidad en sus gestos. Es como si yo fuera una de ellas. Estaban esperando que me despertara, la más dormilona o perezosa de las cuatro, para compartir con ellas una taza de café en esa habitación donde el sol se filtra por una ventana que no se ve, pero que intuye a la derecha, a juzgar por las sombras, que tiñen de ocres y amarillos todo el lienzo.

El aroma del café inunda la habitación, y me han entrado ganas de echar de un empujón al enorme gato negro que dormita en el sillón, para ocupar su sitio, sintiendo bajo mis pies descalzos el suave roce de la alfombra.

Allí, entre mullidos cojines, compartiré un cafelito con ellas, y entonces volverán a su actividad, mirarán de nuevo sus tazas, abandonarán esa inmovilidad en la que se encuentran por mi culpa, y disfrutando de un lento desayuno comentaremos juntas anécdotas vividas la noche anterior, lenta y perezosamente, reíremos al recordar algunas mientras empezamos a despertar a la vida y a planificar qué hacemos y dónde vamos en la jornada que nos espera. Quizás también leamos en voz alta alguna de las frases del libro que descansa abierto sobre las piernas de la de la derecha... ¿hablarán sus páginas de naturalezas infieles?.


P.D. La verdad es que hoy, que preparo mi mente para afrontar la vida laboral que me espera mañana, añoro con más fuerza esos momentos de calma. Espero que os guste este cuadro que aparece tarde, como si a la vuelta de nuestro veraneo encontrásemos en el buzón una postal que el cartero olvidó en su cartera, verano que ya forma parte de nuestro recuerdo.


FERDINAND LEGER nació en Argentan, Normandía, en una familia campesina. Quedó huérfano de padre antes de cumplir dos años. Estudió primero en la escuela de su pueblo natal, y después en un instituto religioso de Tinchebray.

Entre 1897 y 1899 es alumno de un arquitecto en Caen; en 1900 se traslada a París, donde trabaja como dibujante de arquitectura, mientras estudia en la Academia Julian. Tras cumplir su servicio militar (1902-1903), ingresó en la Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas al no conseguir plaza en la de Bellas Artes, donde asiste como alumno libre. Visitó asiduamente el Museo del Louvre y, al igual que otros pintores de su generación, debió al impresionismo la esencia de su formación artística.

Sus primeras obras datan de 1905 y son de clara influencia impresionista. En 1907, al igual que otros pintores parisinos, queda profundamente impresionado por la retrospectiva de Cézanne. En este mismo año entra en contacto con el primer cubismo de Picasso y Braque. En 1908 se instala en La Ruche (la colmena), edificio que, haciendo honor al apodo, alberga a un auténtico enjambre de artistas.

Desde los primeros momentos, el cubismo de Léger se orienta hacia el desarrollo de la iconografía de la máquina. Pinta a partir del cilindro y el cono, con colores sobrios, y crea una atmósfera simbólica de un mundo nuevo y deshumanizado. En algunos aspectos es una anticipación del futurismo italiano.

En 1910 expone con Braque y Picasso en la galería de Kahnweiler donde, en 1912, hace también su primera individual. Al siguiente año comienza a investigar sobre formas de máquinas representadas con colores primarios, llegando en ocasiones a una estructura abstracta, aunque manteniendo la marcada tridimensionalidad de sus primeros trabajos. Su fascinación por las formas geométricas y los colores brillantes le lleva a menudo al borde de un arte abstracto, que siempre acaba rechazando.

Entre 1914 y 1917 cumple su servicio militar. La experiencia de la guerra le revela las posibilidades visuales de las máquinas como iconos de la modernidad; aunque su estilo ya estaba predispuesto en esta dirección, a partir de entonces usa las formas cilíndricas y geométricas para idear un mundo mecanizado, aunque, a diferencia de los futuristas, no venera a la máquina, sino que quiere reconciliar sus formas metálicas y regulares con las formas orgánicas, para construir una visión humanista.

Traduce la energía de la vida contemporánea a equivalentes pictóricos; masa, color y forma se confrontan en una multiplicidad de relaciones, creando imágenes independientes que producen sensaciones simultáneas; los planos se disponen de forma equilibrada y las composiciones se organizan por zonas bien definidas de color puro, uniforme y claramente delimitado.

En los primeros años veinte colabora con el escritor Blaise Cendrars en algunas películas, y diseña escenografías y trajes para los Ballets suédois de Rolf de Maré.

En 1923-1924 trabaja en su primera película sin argumento, Ballet mécanique, en la que interviene también Man Ray. En 1924 abre un taller con Ozenfant, y en 1925 hace sus primeros murales en el Pabellón del L'Esprit Nouveau de Le Corbusier para la Exposición Internacional de Artes Decorativas.

El tema que más desarrolla en esta época es la figura, en composiciones como Tres mujeres (1921), donde las figuras se muestran despersonalizadas, como volúmenes mecánicos modelados a partir del fondo geométrico, dando un paso más hacia la abstracción, al mismo tiempo que evoca un ambiente Art Decó. En cuadros como éste se acerca claramente al purismo de Ozenfant y Le Corbusier.

En 1931 visita por primera vez los Estados Unidos y, en 1935, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Instituto de Arte de Chicago exponen su obra.

En 1940, la guerra le lleva al exilio: en septiembre de este año abandona Francia con destino a Nueva York. Durante su estancia en Estados Unidos es profesor de la Universidad de Yale. Vuelve a Francia al final de la guerra.

En los últimos diez años de su vida hace ilustraciones de libros, cuadros de figuras monumentales, pinturas murales, vidrieras, mosaicos, esculturas polícromas de cerámica y escenografías teatrales. En 1955 gana el gran premio de la Bienal de Sao Paulo.

Muere el 17 de agosto de ese mismo año en Gif-sur-Yvette (Francia) de un ataque al corazón. Como un digno epílogo para alguien que odiaba la tristeza, el coche fúnebre que le llevó al cementerio iba totalmente cubierto de flores de su jardín.

12 comentarios:

Maria-Norte dijo...

Una de las tres hermanas había tomado la decisión de crecer y empezar de nuevo, pero para iniciar el resto de su vida, necesitaba bucear en su pasado, necesitaba que alguien le recordara quién era ella. Reunió a sus dos hermanas para una fiesta de pijamas sin pijamas, con la intención de desnudar también el alma
Y empezaron las preguntas:
. De donde sacas las fuerzas?
. Y a ti quien te ha robado la alegría?
. Como viviste la muerte de mamá? y la de papá?
. Porque me mentiste aquel día que....?
. Me queréis desde niña o desde cuando?
. Que es lo que no soportáis de mí?
. Sabéis que mi amor es incondicional?
. Porque te evades cuando te pregunto....?
. Creéis que soy buena hermana?. Para todos?
. Estaréis ahí siempre?
. He estado siempre a la altura de lo que se esperaba de mí?
. ??????????
Y así paso la noche, yo solo soy el pintor de las preguntas, las respuesta las tiene ella...o no?

Cristina dijo...

rinnnnggggg, ringggggg... el timbre del teléfono las convirtió en estatuas de sal. Aún flotaban en el aire las carcajadas que minutos antes llenaban la sala. Enmudecieron. Temían que el más leve ruido traspasara el auricular, a pesar de estar colgado el aparato. Sólo rompió el silencio el leve tintineo de una de las tazas de café, que Amanda silenció agarrándola con ambas manos. El gato negro alzó su cabeza apenas un minuto, para ronronear un tanto inquieto.

Ni siquiera quisieron mirarse, el temor las había paralizado. Él parecía diferente a los demás ¿se habría dado cuenta de su juego? Llevaban años haciéndolo y nunca las habían descubierto. Sus vidas nómadas las habían llevado a engañar a miles de hombres en todas partes del mundo, y nunca habían sido descubiertas.

Era su venganza. La habían planificado al milímetro.

Al fin y al cabo alguna ventaja tenía que tener ser trillizas idénticas.

...la gordi dijo...

-de este año no pasa que me meta en un gimnasio...
-hija, tú no estás gorda, es que eres de constitución barriga
-¿tú crees? bueno... pues entonces pásame otra tostaíta ¡pero que sea de pan integral! ¿y tú qué dices, que estás mu callada?
-¿has probado con la wiii spooort? yo la uso...
-tampoco es que tú seas una sílfide, la verdad...
-es que a mi con los deportes me entra un hambre! ¡no lo puedo evitar! a mi padre le pasaba lo mismo, era empezar el partido en la tele y ya estaba "niña, traéme una tapita", es cosa de familia
-¿y por qué no nos apuntamos las tres en el gimnasio? me han dicho que hay unos tíos estupendos ¡y el restaurante es buenísimo!

El trío dijo...

-mmm... es un poco inquietante esto ¿no?
-sí...
-a mí hasta me está dando un poco de susto tanto silencio...
-no se le ve el pelo a ninguna
-¿no deberían haber vuelto ya de vacaciones?
-sí...
-hija, por Díos, sólo contestas "sí" ¿no tienes nada más que decir?
-¡ay! ¡a mí déjame, que me tengo que leer el libro para la cena y no me da tiempo!

La que fartaba dijo...

Que sí, que ya sé que estais esperando que os cuente...
¿Pero acaso no me adivinais?

Dejadme estar con vosotras en silencio. Os he echado de menos y mucho.
Y sin embargo estoy feliz.

¡Que más da lo que os cuente si es tanto lo que siento!

impaciente dijo...

¿Dónde estarán?
¡Er cafelito me se está quedando friooooooo!

Otra impaciente dijo...

-¡me he puesto nerviosa con tanto café!
-hija, pero... ¿por qué no te sientas?
-¡es que queda una semana y no hay noticias de la cena!
-¿Tenemos que confirmar o no?
-¿se acordará la organizadora o se le habrá olvidado?
-A lo mejor nos llama por teléfono...
-Tenemos que dejar de mirar la pantalla, ¿por qué no jugamos a algo?

Las de la 103 dijo...

-Desde luego, no estamos pa na... creo que ayer bebimos demasiado... ¡juro ante esta biblia que nunca más beberé un mojito!!!

-anda, cállate ya, que se te va a enfriar el cafelito... ¡ufff, qué resacón!

-¿a que os tiro el jarrón? ¿podéis callaros las dos? ¡hombre, por Dios! ¿no podéis estar callaítas como las demás? ¡quién me mandaría a mi meterme en este cuarto! ¡mañana mismo me voy a la habitación de al lado! y tú... ¿tenías que traerte a tu gato? ¡La última vez que viajo con vosotras, eso sí que lo juro por la Biblia!

-sssshhhhh! no grites, por favor, además, esto no es una biblia, es el libro de actas

y en la 103 también se dijo...

¡Libro de actas!...Esperando en silencio a Renata.

Y nosotras en esta habitación, esperándote a ti, que callas.

más de la 103 dijo...

-¿qué día dices que es hoy?
-siete de septiembre
-¿sieeeeete yaaaaaa? ¡y yo sin leerme el libro!
-pues ya sólo te queda una semanita, hija, que to lo dejas pal final
-¡y Renata sin aparecer! esa es capaz de estar en la roulotte por Normandía...
-¡espero que no!
-tanto silencio, tanto silencio... me escama...
-no seáis desconfiadas, seguro que aparece de un momento a otro ¡y dejadme leer!

y entonces, donde mísmo, una dijo...

vale...
¡pues nosotras vamos a jugar!

Anónimo dijo...

- Renata, Amanda...

- Di, Serena

- ¡Quién nos lo iba a decir hace 30 años!
¡Desnudas hasta el alma!

- Es verdad, entonces lo más que desnudábamos eran nuestros jóvenes cuerpos en el vestuario y alguna que otra confidencia entre colegialas...

- Y luego...¡todos estos años de cuello alto y sueños a medio contar!

- Ahora, sí que somos amigas, ¿verdad?

- Sí, pero entonces ya...ya se fraguaba nuestra bonita amistad.

- Sniff, sniff, ...pásame la caja de clines que está debajo der sofá

( A unas amigas del “cole” y del alma...con las que aún me queda mucho por soñar)