sábado, 2 de octubre de 2010

MARIANNE FREDRIKSSON

Es una de las más prolijas de Suecia. Nació en Gotemburgo en 1927, y comenzó su carrera como periodista en varios periódicos suecos.

En 1974, fue nombrada directora del suplemento 'Idag', del prestigioso rotativo 'Svenska Dagbladet', donde cultivó sus dotes literarias, escribiendo artículos sobre la mujer, haciendo gala de la retórica feminista que siempre defendió.
En 1980, con 53 años, publicó su primera novela, "El libro de Eva". A ésta le seguirían otras 16 obras más, antes de que su nombre alcanzara la dimensión merecida en la literatura internacional.

Su fama ha sido comparada al autor de novelas policiacas Henning Mankell. De sus obras se han vendido más de 17 millones de copias en todo el mundo y se han traducido a unas 50 lenguas. Su narrativa se caracteriza por la constante presencia de personajes femeninos con un fondo religioso. La escritora examina las distintas emociones humanas dentro de un trasfondo familiar: el amor, la maldad, el miedo y la ira.

Profundamente cristiana y religiosa, en los años 80 escribió: "El libro de Caín", "La saga de Norea" y "Los niños del paraíso". En 1997 publicó una de sus obras más conocidas y polémicas, "Según María Magdalena", su particular versión del Evangelio.

El éxito le llegó con "Las hijas de Hanna", sobre tres generaciones de mujeres suecas de inicios de principios del siglo XIX. La novela, traducida a más de veintisiete idiomas, se convirtió en un auténtico best seller en varios países del mundo, entre ellos España, donde se han vendido hasta la fecha más de diez ediciones. Otra de sus novelas con más éxito es "Simón y los robles", acerca de una niña judía de Gotemburgo durante la II Guerra Mundial. Otra de sus novelas, "Aves migratorias", ha sido una de las más difundidas en España. "La cara de la maldad", fue publicada en Suecia en 2006.

Miope, con unas características gafas de pasta y lentes gruesas, había logrado una envidiable simbiosis con sus innumerables lectores. Destacaba en ella su carácter afable y meditativo.

Desde su dormitorio, dominado por un amplio ventanal a través del que penetraba la inmensa luz solar, solía teclear en el ordenador las palabras que acababan conformando sus libros, mientras reposaba la mirada sobre las plantas del jardín o tomaba una pausa, entre cada pensamiento, aspirando el humo de los muchos cigarrillos que consumía a diario. Este hábito le perforó con el tiempo la voz, haciéndola ronca y cavernosa, generándole una muy peculiar e inconfundible risa entrecortada.

En una entrevista concedida poco antes de cumplir 70 años, afirmó que "cuando uno envejece", se da cuenta de que "hay muchos mundos en los que uno ha estado y de los que ha salido".

El público recibía cada vez con mayor entusiasmo las obras de Fredriksson, con cuyos libros se identificaban cientos de miles de lectores, aunque la crítica estaba muy dividida, coincidiendo, sin embargo, en que la comprensión de la debilidad del ser humano y la capacidad para conectar con el lector eran las mejores cualidades literarias de la autora.

El escritor sueco Björn Ranelid, señaló que los críticos la asediaban con ataques infames y la equiparó a Astrid Lindgren, creadora de 'Pipi Calzaslargas'. La escritora ha sido también comparada en diversas facetas de su vida con su compatriota, la inolvidable actriz Greta Garbo.

A Fredriksson no le interesaba demasiado el dinero, aunque entre sus aficiones destacaba su pasión por el arte.

Murió en febrero de 2007 a los 79 años de edad, un mes antes de cumplir los 80. Sufrió un infarto y falleció antes de que la ambulancia llegara a su domicilio, a las afueras de Estocolmo, donde había vivido y trabajado los últimos 40 años. Su último proyecto literario, incipiente, versaba sobre el proceso creativo, ése en el que ella se había volcado a lo largo de su intensa y prolífica vida.


LA POLÉMICA

Marianne Fredriksson fue acusada de plagio por su compatriota y amiga íntima Marianne Jeffmar. La obra de la discordia es la novela "Queridos hijos".

El texto de Fredriksson está centrado en la relación madre-hija y la sexualidad, y sobre cómo los conflictos familiares y la utilización de las personas son fenómenos que se trasmiten de generación en generación. Las escritoras Fredriksson y Jeffmar eran amigas íntimas y ésta permitió que Fredriksson leyera el manuscrito de "Queridos hijos". Marianne Jeffmar denunció que "ella (Fredriksson) leyó mi libro, robó el título y se niega a tan siquiera responder a una carta que le envié". Jeffmar manifestó su amargura por la elección del título de la novela de Fredriksson, que afirma que ha sido copiado íntegramente de su novela 'Queridos hijos', publicada en 1985 por la editorial Bonniers.

"No se trata sólo del robo del título, que viola la ley de derechos de autor, sino también que el contenido tiene muchas similitudes" con su novela, afirmó Jeffmar quien agregó que "muchos lectores me han escrito y preguntado cómo es posible que yo autorice a que otro escritor utilice el título de mi novela", y constató que "no soy sólo yo quien se ha sentido robada".

Marianne Fredriksson realizó un categórico y escueto comentario a las acusaciones al afirmar al vespertino 'Expressen' que "no pienso cambiar el título de mi novela y jurídicamente la situación está a nuestro favor según mi editora". Ann-Marie Skarp, directora de la Editorial Pirata, afirmó que "los títulos son reutilizados de forma frecuente en este ramo, especialmente los que tienen formulaciones generales". "Como encontramos varios libros con el mismo nombre decidimos como una cuestión de orden enviar una carta a Bonniers (editorial de Jeffmar) e informarlos del título del libro", agregó. La escritora Marianne Jeffmar dejó abierta la posibilidad de iniciar una querella judicial contra Marianne Fredriksson por plagio. "La protección del título es eterna y lo que es determinante en un caso como éste es que las novelas mía y de Fredriksson pertenecen al mismo género", afirmó Jeffmar.

5 comentarios:

LA ENCUESTA dijo...

¡uyuyuyuyuyyyyy pero que empatadísimaaas estáaaais!

pilar dijo...

Nunca te acostarás sin saber una cosa más, y si la Cristi anda desocupá, ella te ayudará.
Amén. Gracias Cristi. Se ve que las miserias humanas no entienden de nacionalidad, raza ni religión ni ná de ná. ¡Mira que acusarla de plagio!

Cristina dijo...

¡sí, claro, desocupá! hoy sin ir más lejos me he tenido que levantar ¡A LAS ONCEEEEE! ¡FÍJATE QUÉ ORDINARIEZZZZZ! porque venía mi manicura, y luego como todos los días había quedado con pituchi y cuqui para el coctel del mediodía, y va la nanny y me dice que está en huelgagenerá ¡desocupá yo! ¡Y con quien dejo yo a los niños pa la cena benéfica de hoyyyyyy!

P.D. ¡me da coraje! qué quieres que te diga, me da coraje que se asocie desocupación con participación en el blog. No, hija, no estoy desocupá, simplemente, por ahora, participo más que nadie. He dicho.

pilar dijo...

Cristi, cariño: una broma es una broma. No hay que darle más trascendencia.

Anda, anda ¡Que está la gente de susceptible con la crisis, el comienzo del otoño, el día de huelga general...! ¡No se puede estar siempre seria! ¡No es plan!

No te me molestes que carecía de intención el comentario.

Cristina dijo...

¡nada, nada mi amó! ganas de trifulca que tiene una (eso y que acabo de sentarme desde las siete de la mañana)