sábado, 12 de diciembre de 2009

hoy... en el CORREO DE ANDALUCÍA

Quiero daros las gracias a las que me acompañásteis anoche. No era una buena noche para mí. Todavía la ausencia está demasiado presente a pesar de que va a hacer seis años ya que su estudio se quedó tan vacío como nuestro corazón. Su memoria sigue viva, pero no basta para llenar su hueco.


Galería Birimbao
La memoria viva de Miguel Pérez Aguilera

Las hijas del maestro recuerdan la obra y la figura del pintor a los seis años de su muerte en Sevilla.

"Pintor antes que nada. Soy, ante todo, pintor". Así vivió hasta el último momento, encerrado en su estudio de Los Remedios, donde le sorprendió la muerte, Miguel Pérez Aguilera (Linares, 1915-Sevilla, 2004), don Miguel, como le llamaban todos, por su magisterio continuado en la Facultad de Bellas Artes y por su ejemplo rupturista y su inclinación a las vanguardias que marcaría a las generaciones posteriores de pintores en Sevilla.

Con motivo del sexto aniversario de su muerte, la galería Birimbao y su gestora, Mercedes Muro, con quien ya trabajó Aguilera en la desaparecida sala Ventana Abierta, recuerda la figura del artista con una exposición de sus pinturas que inauguraron ayer dos de las hijas del pintor. En ella puede verse una escogida selección de obras de diferentes etapas del autor, que abarca desde los años 60 hasta entrada la década de los noventa.

Pérez Aguilera es uno de los baluartes de la pintura sevillana del pasado siglo, su obra pictórica se apoya sobre unos sólidos cimientos, por una parte el dibujo que dominaba de manera extraordinaria, por otra su agudeza compositiva, la cual utilizaba para dotar a sus cuadros una estructura sólida y vigorosa, y por último, el color con el que jugaba sin límites como si de una bien pertrechada orquesta se tratara, creando armoniosas estructuras donde complicados contrapuntos, cadencias armoniosas, sonoras explosiones y delicadas melodías se conjugaban en maravillosos conciertos.

Su obra surge desde el silencio de su taller como un gran ejercicio de luz y ritmo, expandiendo su influencia mucho más allá de los márgenes del cuadro. Su obra se conforma compleja y bella hasta los límites de la perfección atrayendo hacia si la mirada del espectador atrapándolo en su delicado juego de sensaciones.

Miguel Pérez Aguilera pasó toda su madurez vital en Sevilla, adonde llegó su pintura colorista en unos años especialmente oscuros. Aquí ejerció como artista y como forjador de artistas tuvo el reconocimiento de los que lo conocieron bien, dejó a las nuevas generaciones su generosidad en forma de enseñanza y sobre todo dejó un espléndido legado artístico, parte del cual puede verse y disfrutarse en ésta exposición.
Galería Birimbao. C/ Alcázares, 5.- 41003 Sevilla
DURACIÓN: Del 11 de diciembre de 2009 al 12 de enero de 2010
HORARIO: Lunes de 18 a 21 horas. De Martes a Viernes de 11 a 13,30 y de 18 a 21 horas. Sábados de 11 a 14 horas.


y las fotos en color en este blog

4 comentarios:

marga dijo...

La ausencia de tu padre es una ausencia a medias. Es cierto que no puede darte su calorcito cogiéndote de la mano, pero le tienes presente en tu vida a cada momento, a través de su obra, de tu madre, de sus innumerables amigos y alumnos, del pincel que cogen tus niños recordando al abuelo…¡qué afortunada eres, Cristina!

isabel dijo...

Siento no llegar a tiempo el viernes, pero me ha emocionado mucho leer la noticia del periódico¡que orgullosa tienes que estar de tu padre! verdad? Tienes mucha suerte de poder sentirle tan cerca. Un beso muy fuerte.

Angela dijo...

Me hubiera encantado acompañarte, pero me fuí al campo el viernes por la tarde. Un gran abrazo de mi parte

Anónimo dijo...

Cristina, pues yo doy las gracias por poder disfrutar de tu "presencia". Y a lo que dice Marga, añado también: ¡AFORTUNADAS NOSOTRAS CONTIGO!