martes, 12 de mayo de 2009

ADIOS A ANTONIO VEGA



El compositor madrileño Antonio Vega Talles ha fallecido a los 51 años a consecuencia de un cáncer de pulmón.

El músico, que comenzó su carrera al frente de Nacha Pop a finales de los setenta y diez años más tarde continuó su carrera en solitario, llevaba desde el 20 de abril ingresado en un hospital madrileño. El 23 de abril suspendía el concierto programado para el 30 en Almería al ser hospitalizado de urgencia aquejado de una neumonía aguda. "He salido de peores que ésta", manifestaba entonces. Al parecer, los médicos le detectaron una dolencia pulmonar más grave y los últimos días su estado se había vuelto crítico.

Hasta poco antes de su muerte, Vega estuvo trabajando en un disco en directo, que preparaba con una gira de pequeños conciertos en distintos teatros del país y para el que había compuesto dos canciones nuevas.

Nació en Madrid el 16 de diciembre de 1957 en el seno de una familia de clase media. Tras abandonar la universidad por la música, en 1978 formó junto a su primo Nacho García Vega, Carlos Brooking y el batería Ñete el grupo Nacha Pop. Arrancaron en 1980 con un primer disco homónimo, en el que se incluía un clásico ya del pop español, la célebre 'Chica de ayer', una composición suya.

Ahí comenzó una carrera que se prolongó nueve años, plagada de éxitos y un enorme prestigio, pero pocas ventas. Durante ese tiempo, el conjunto grabó siete álbumes: 'Buena disposición' (1982); 'Más números, otras letras' (1983); 'Una décima de segundo' (1984); 'Dibujos animados' (1985) y 'El momento' (1987).

Pese a su popularidad, el cansancio y los problemas con las drogas de Antonio condujeron a Nacha Pop a su disolución y fue con dos conciertos en la sala Jácara de Madrid en 1988 cuando dijeron adiós. El álbum en directo que grabaron y que se título 'Nacha Pop. 1980-1988' fue disco platino y rompió su mala racha de escasas ventas.

Poco después, Vega dio comienzo a su carrera en solitario. Con su estilo intimista, con canciones que él llamaba "poemas adaptados a la música" y con las que tuvo muchos altibajos comerciales.

7 comentarios:

Maria-Norte dijo...

Donde nos llevó la imaginación
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos

Donde se creó Ia primera luz
germinó la semilla del cielo azul
volveré a ese lugar donde nací

De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo
De nieve, huracán y abismos
el sitio de mi recreo

Viento que en su murmullo parece hablar
mueve el mundo y con gracia le ves bailar
y con él el escenario de mi hogar.

Mar bandeja de plata, mar infernal
es un temperamento natural
poco o nada cuesta ser uno más.

De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo
De nieve huracán y abismos
el sitio de mi recreo,

Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura
Hay nieve, hay fuego, hay deseos
allí donde me recreo

(Antonio Vega)

Pilar dijo...

María, ¡qué oportuno! He pasado la mañana con la voz de Antonio Vega de fondo y esa mirada triste suya hundida por el paso del tiempo y desbordada de caminos de polvo blanco mortal

Maria-Norte dijo...

Que suerte tengo, siempre aparece la mano de mi Hada Madrina con su varita mágica, para añadir, flores, lazos y adornos que yo no sé poner y hace que todo quede mucho mas presentable.
Gracias Hada Cristina

Cristina dijo...

Uf. Qué mala noticia!

A mí la imaginación me llevó de golpe a una Chica de Ayer, estudiante de Bellas Artes y con la vida por delante, escuchando a Nacha Pop en un viejo walkman, canciones que aliviaban su impaciencia mientras un viejo y lentísimo tren la llevaba al Madrid del amor, espiga y deseo, para pasar un fin de semana con sus manos en su pelo en una Desordenada Habitación.

Cristina dijo...

Bueno, abriré la ventana, a ver si el sol de media tarde entra en mi habitación, que la chica de ayer se va a buscar a Pimentel... ya os contaré... besitos

Anónimo dijo...

Antonio:

Gracias "a la chica que ayer" te recordó, Cristina.

Y tú : "Recuérdame que lo de ayer, no se olvida sin querer...
Y..."Hay algo mas, recuérdame que hay que ordenar la habitación"

Que yo... siempre te recordaré.

Cristina dijo...

Pues hay más historias de la chica de ayer con esta banda musical, María... el viento, que en su murmullo parece hablar, le ha llevado al regreso de uno de esos fines de semana de amor, espiga y deseo.

Al abrir la puerta encontró un paquete con su nombre. Lo abrió con intriga y encontró un dibujo. Ella, la chica de ayer, reconoció al autor en cada trazo, porque compartían caballetes y horas de clase, confidencias y risas, charlas y algún que otro mal rato entre manchas de carboncillo.

Se había dibujado a él mismo, pero su rostro era de nieve, huracán y abismo. Jugaba indolente con un vaso largo en la barra de un bar... grandes letras azules bailaban sobre su cabeza como una mala pesadilla: "Madrid me mata en Sevilla".

Silencio, brisa y cordura era el sitio de su recreo y nunca le agradeció aquel regalo, ni siquiera lo nombraron ninguno de los dos. La chica de ayer no sabe si se arrepiente. Hoy siguen siendo buenos amigos. Sólo eso. Buenos amigos.

Todavía hoy, después de tantos años, ella sigue recibiendo por Navidades un sobre con su letra, y mientras lo abre recuerda las grandes letras azules que bailaban sobre su cabeza: "Madrid me mata en Sevilla". Pero sólo encuentra un triste cristma comercial y unas cuantas frases hechas sobre felicidad y buenos deseos. Nieve, huracán y abismos.